Más de lo mismo. Probablemente lo más reseñable lo ha dicho Rajoy en su última frase: "Señoras y señores, el otro día hable de una niña, en esa niña pienso, esa niña está en mi corazón y en mis sentimientos. Esa niña está en mi cabeza." Tiene niñas en la cabeza este señor. Pero ahora hay que añadir lo que dijo este mismo domingo, dirigiéndose a José María Aznar: "Has dicho aquí hoy palabras sentidas y muy bonitas. En mi memoria, en mi cabeza y en mi corazón estarás siempre". Con lo cual, siguiendo un razonamiento que cualquier miembro del PP haría, y de hecho lo hacen, podemos concluir que la niña de Rajoy es el señor del bigote turgente, que también está en la cabeza de Rajoy. Doctor Atutiplén debería hablar con estas personas, por razones humanitarias. Lo sospechamos desde un principio, en palabras del Chapulín. Otra cosa que podemos dar por sentada es que si vas con Rajoy a la mansión Playboy para un fin de semana loco te lo jode.
Recordamos lo dicho en enero y que parece que las encuestas indican lo propio: ZP está muy cerca de la mayoría absoluta y Rajoy de una derrota poco honorable.
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1 comentario:
No da para un post pero si para un Comentario.
He seguido con atención los dos llamados debates electorales; también he seguido el que mantuvieron los Representantes de los Grupos Parlamentarios mayoritarios. No entro, porque no es esta la perspectiva de la bitácora, en si es más justo este que aquel, sólo en quien nos dará mas seguridad personal, exterior e interior, quien será mas pacificador como contraposición a la agresividad social, o quien será mas ilusionante como proyecto común de futuro.
Son estos parámetros los que me importan y no el ¿quién ha ganado los debates? Porque los debates no se ganan o pierden como contraste de ideas y de personalidades que son, el que me preocupa que gane o no, de acuerdo con nuestro perfil declarado, es el Atleti.
No tengo dudas: es como el que quería vender la burra hablando mal de ella. No me sitúo en un marco europeo defendiendo el papel de España, si es triste, cerrada y de sacristía. No veo capacidad de influencia española desde el diagnóstico de extrema crisis. No me siento cómodo si tuviera como mi máximo dirigente, a quien no acepta que hace 4 años fue rechazado por mi, no desde el miedo sino desde la reflexión.
Lo malo es que hasta el domingo vamos a ver a los estrategas de Genova intentar “minimizar el daño”, pero también para ello se necesita credibilidad.
El Dr. Atutiplen.
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