viernes, 29 de febrero de 2008

Una clase magistral de marketing político: la estrategia equivocada

"Toda nuestra estrategia se centra en hacer dudar a los votantes socialistas. Sabemos que nunca nos van a votar, pero si logramos sembrar suficientes dudas sobre la economía, sobre la inmigración y sobre los problemas nacionalistas,entonces quizás se queden en casa.

Será difícil aumentar nuestros votos. El PP tiene una imagen muy dura de partido de derechas. Incluso nuestros propios votantes piensan que son más centristas que el PP. Los votantes soicalistas son menos disciplinados que los nuestros, por eso estamos dirigiendo nuestro mensaje hacia ellos. Les decimos 'tu Gobierno no ha cuidado de tus problemas'. El resultado de las elecciones dependerá del impacto de ese mensaje." Gabriel Elorriaga, jefe de campaña del PP, Financial Times, hoy. Link a la noticia.

En este blog ya hemos hablado del marketing y más en concreto de marketing político por lo que, para estas alturas, ya os habéis convertido en expertos del tema. Desde luego, sabéis más que muchos responsable de marketing de algunas empresas o instituciones con las que trabajamos, hemos trabajado o, simplemente, colaboramos. Ya habíamos visto en que consisitía eso del marketing mix. Ahora vamos a dar un salto más. Todo plan de marketing, sea del producto que sea, necesita definir una estrategia o conjunto de acciones para llevar a cabo un fin. A su vez para ejectuar esa estrategia se utilizan distintas tácticas, tantas como se quieran. Un gran ejemplo es el que el Sr. Elorriaga nos ofrece en la noticia. Nos da las líneas maestras de su estrategia que se basa en "generar dudas", en evitar que los votantes del rival vayan a votar, no en que los votantes rivales les voten. Es lo que en marketing se llama deposicionamiento competitivo. Qué curioso, como cuando vas al baño. Normalmente, cualquier persona podría pensar que lo normal a la hora de vender un producto es querer que todo el mundo lo compre, o por lo menos, el máximo número de personas al que va dirigido ese producto. Está claro que todo el mundo quiere un Ferrari pero no todo el mundo puede pagarlo pero ya habiamos dejado claro que en lo político el precio es irrelevante ya que todo el mundo tiene un billete, el voto, e incluso hay gente que no lo usa, que lo desprecia. Entonces será que el Sr. Elorriaga es un genio de esto y va a crear algún tipo de nuevo marketing basado en la antítesis. Va a buscar que los potenciales compradores de su producto rival no salgan a comprar ese día. Pues me da que eso no va a ser tan nuevo. En los 80 y parte de los 90, Pepsi y Coca Cola se liaron a meterse de hostias (literalmente) a través de agresivas campañas de comunicación, marketing directo, y un largo etcétera. La conclusión fue clara. Todos perdían. No fue bueno para el mercado. Tanto desorden suponía que muchos de los clientes fieles se fueran a otro tipo de bebidas, incluida el agua, ¡Dios mío! En realidad, si los directivos de marketing de estas marcas hubieran conocido las teorías sobre el equilibrio de John Nash, el chalao de "Una mente prodigiosa", no se hubieran enredado en esa guerra porque hubieran entendido que era un escenario del tipo "todos pierden". Pero claro, el Sr. Elorriaga, tan buen tipo y tan buen profesional, o se está equivocando en su estrategia, porque alguien así se lo ha indicado, o no se da cuenta, por pura ignorancia, de que lo peor que puede hacer, lo menos responsable, es atacar al mercado. La gente de pepsi y coca cola entendieron perfectamente que si hubieran seguido peleando se quedaban sin negocio pero claro, en esto de la democracia es más complicado que el negocio desaparezca pero ¿habrá pensado este buen señor las consecuencias de ese tipo de guerras en nuestro sistema? Nos parece que no. La mayoría de los adultos hemos aprendido de niños que si jodes el tablero del monopoly por algún tipo de disputa con los amiguitos se acabó el juego y hay que pasar a cargarse el risk, el parchís o lo que toque. Al final, aburrimiento, caos o las dos cosas. Una insensatez solo comparable a que el director de marketing de coca cola diera una rueda de prensa para explicar su estrategia de marketing al mundo. Joder, sería como si MacArthur le hubiera mandado un telegrama a los japoneses para decirle por donde iban a entrar en Filipinas. Si es que manda cojones, y ¿de verdad que el Presidente del Gobierno es tonto? Por cierto, volvemos a recordar, una vez más, nuestra predicción de que el PSOE va a lograr un mínimo de 170 escaños y que probablemente alcance la mayoría absoluta. Como fallemos seremos la mismísima risión (en Berlín, aunque risión al fin y al cabo) pero, ah, sí acertamos os vais a comer 70 posts de autobombo. Pero lo tenemos fácil, perseguir fines con una estrategia equivocada es como intentar moverse en Londres sin el plano de metro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Correctísimas las dos apreciaciones. Es de bobos desvelar la estrategia que informa las tácticas. Llegaremos a los 170.

Anónimo dijo...

CUANDO TU ENEMIGO SE EQUIVOQUE NO LE CORRIGAS. DEJADLES QUE SE ESTRELLEN SOLOS. RAJOY NO PARECÍA EL MÁS LISTO DE LA CLASE, PERO EL ELORRIAGA PARECÍA DESPIERTO. ES INEXPLICABLE QUE APLICARA ESA ESTRATEGIA TAN INCORRECTA, PERO AUN ES MÁS QUE DESVELARA EL SECRETO. ¿POR QUÉ?

Neti Atutiplén dijo...

Anónimo 1: ZP tiene asegurada la reválida, no nos cabe ninguna duda.

Anínimo 2: Totalmente de acuerdo contigo en todos los comentarios. Respecto a la pregunta, te contesto con otra, ¿estará el héroe de las Azores metiendo la nariz?