sábado, 23 de febrero de 2008

Recordando dos 23 de febrero

Es oportuno recordar, hoy, lo que pasó en España dos 23 de Febrero. Los rasgos esquizofrénicos que he atribuido a la campaña electoral pueden quedar muy difuminados (incluso aclarados) si proyectamos la luz que nos llega de esos dos días de Febrero de 1981 y 1984.

La luz que pretendo proyectar desde tan lejos, se refiere a lo que hicieron algunos en aquellas situaciones; esa es mi intención, si no lo consigo quede este post como un testimonio de un testigo directo o un simple ejercicio de nostalgia. De paso también será oportuno (supongo) recordar que un 22 de Febrero, después de una tregua, mataron a Ricardo Buesa y a Jorge Díaz, su guardaespaldas, pero yo no estaba allí.

En el primer 23 de Febrero, la democracia española se vio gravemente comprometida por las fuerzas de la reacción política y defendida por la Gente y alguna de las Instituciones (entre ellas la Monarquía). En el segundo fue asesinado por ETA un hombre bueno, socialista y vasco de ejercicio: Enrique Casas.

Respecto del primero, es de recordar que los Secretarios de Estado y Subsecretarios reunidos en el Hotel Palace se constituyeron en Gobierno Provisional, que la Gente rodeó el Palacio de las Cortes y que el Rey se manifestó rotundamente en contra de la aventura. Los que dudaron del papel de Juan Carlos I entonces, insisten ahora en sus dudas sobre su papel en general.

A mí, hoy, me interesa, mas que nada, traer memoria de un grupo de supuestos Responsables de la moral pública que estaban reunidos para elegir a su Presidente. ¿Qué hicieron? Nada, absolutamente nada. Silencio total de la Conferencia Episcopal plena reunida, hasta que se resolvió el asalto al Congreso; al menos el Departamento de Estado de EE.UU. (dirigido por Alexander Haig) se quitó de en medio diciendo que se trataba de un asunto interno de España... Alguno de los eclesiásticos se fué a dormir dejando a parientes directos en el temor y la duda con un despectivo “no pasa nada”. La Conferencia Episcopal, reunida para elegir a su nuevo Presidente, en ningún momento interrumpió el "cónclave" y no dieron ni un sólo paso por defender nuestra democracia.

Días después, cuando todo había pasado, uno de ellos, cardenal de la Españas, publicó un documento en el que se podía leer, "estamos seguros de que los elementos subversivos [se refiere a los golpistas] han sido guiados de buena fe por un intento de lograr una España más justa y fiel a su ser histórico".

El segundo 23 de Febrero, también en campaña electoral, era asesinado a tiros en la puerta de su casa el senador del PSOE Enrique Casas. El atentado se producía en plena campaña electoral para las elecciones al Parlamento Autonómico Vasco, elecciones en las que Casas encabezaba la lista del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) por Guipúzcoa. Enrique Casas era Secretario General del PSE-PSOE guipuzcoano, auténtico estratega del PSOE en el País Vasco, claro defensor del españolismo de Euskadi lo que le colocaba como blanco directo del terrorismo y sobre todo buena gente. Los Casas, viuda e hijos, también son victimas del terrorismo.

Pues sepan los lectores que su asesino José Luis Merino Quijano, fue puesto en libertad en el año 2001, por el Gobierno Aznar siendo Ministro del Interior el señor Rajoy, cuando llevaba cumplido 17 de los 57 años a los que se le condenó. Paz, piedad, perdón.

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