miércoles, 7 de mayo de 2008

El derecho a la información y sus límites

Artículo 20 de la Constitución Española de 1978

1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.


En un post previo el Doctor Atutiplén invitaba a que se explicara si estaba en un error al plantear que frente al derecho a la información está el derecho de los ciudadanos a ser informados. Vamos a correr el riesgo. En realidad existe un viejo y conocido aforismo que lo explica: "tu libertad termina donde empieza la del otro". Por lo pronto vamos a explicar que en el artículo 20 se recoge lo que se suele llamar "libertad de expresión", millones de veces reclamada por unos y por otros, especialmente por los medios de comunicación. Pero parece claro que el artículo 20, en su punto 4, nos dice que está libertad tiene límites y nos gustaría fijarnos en dos de ellos. Por un lado, la protección a los niños y, por otro, en el límite genérico del resto de derechos recogidos en el Título I. Aunque podríamos hablar de la protección social de la familia, del derecho a la educación, de la obligación de los poderes públicos de promover el progreso social (no sólo el económico), la salud pública o la cultura, nos gustaría destacar el "gran" artículo 10 que viene a ser la norma que marca el espíritu de todo el título y que dice que "la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamente del orden político y de la paz social".

Volviendo al asunto que nos ocupa, efectivamente, la Constitución limita no solo la libertad de expresión sino que en realidad lo que viene a crear es un complejo sistema de equilibrios en los que una serie de derechos contrarrestan a otros tantos. Es una práctica frecuente entre las personas el situar unos derechos encima de otros. Todos lo hacemos, dirigidos por nuestras convicciones morales. Es el eterno debate y, en su cima más alta, es probable que todos situemos a libertad frente a derecho a la vida (lo de siempre, aborto sí o no, pena de muerte sí o no). Vistas así las cosas será muy complicado decidir y seguramente habrá que ir a cada caso concreto con el peligro que tiene eso. Nosotros tenemos claras dos cosas, que el ser humano está por encima de todo y que, como dice el Profesor Peces-Barba, sin duda, la mano que está detrás de todo esto, por un lado, son derecho fundamentales, nada de derechos naturales o libertades, y que lo son en la medida en la que las leyes escritas los reconocen. Entonces, si la Constitución reconoce el derecho a expresarse libremente y además nos dice (no olvidemos que al principio de todo, lo que debería significar que al legislador le importaba mucho) que la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad son el fundamento del orden político y la paz social, es evidente que estamos ante una situación lo suficientemente grave como para que empecemos a preocuparnos. Si además tenemos en cuenta que la televisión es, como dice el Doctor, un medio para formar conciencias, es decir para desarrollar la personalidad de los ciudadanos, y que cada vez que la enciendes no se ven más que brutalidades y situaciones que atentan gravemente contra la dignidad de los protagonistas (OT, supermodelo, ana rosa, y la madre que los parió, así hasta el infinito) y, por tanto, de la de los espectadores (especialmente los menores y los adultos más desamparados) no parece suficiente con dar un aviso a los responsables, siendo necesaria algún tipo de acción correctora. Pero claro, algún "liberal" vendrá a llamarnos censores.

Pero vamos a recurrir a un simple ejemplo analizando algunos de los grandes acontecimientos sucedidos en los últimos 30 días de acuerdo a los medios de comunicación masivos: Obama-Hilary, un bestia en Austria jugando a dios con su hija, el Madrid gana la liga, Pajares en psicosis tóxica, el GTA IV y sus terribles peligros, las mociones "éticas" a ANV, la crisis del PP y Rajoy, eso en lo importante y a lo que tenemos acceso. Desgracidamente, a lo que no queremos tener acceso es a lo que sí tiene y quiere tenerlo, la gran mayoría de la gente, y esto suele ser del tenor de quién se tira a quien, que grandes son los pechos de una o los cuernos de otro. Es muy interesante el ejercicio de preguntar a la gente que nos rodea como se llama el actual Secretario General de la ONU o el último nominado de Operación Triunfo. Está claro cúal es la pregunta que más contestará la gente. Justo lo que dice el artículo 10 de la Constitución, dignidad humana y desarrollo de la personalidad. Pero vamos a poner las cosas un poquito peor para vergüenza colectiva. Hace más o menos el mismo tiempo en el que se han desarrollado estas noticias que la FAO emitío un comunicado en el que básicamente decía lo siguiente: 100 MILLONES DE SERES HUMANOS ESTÁN EN GRAVE PELIGRO DE HAMBRUNA POR CULPA DE LA ESPECULACIÓN CON EL ARROZ, EL ENCARECIMIENTO DEL PETROLEO Y DE LOS CEREALES (POR EL BIODIESEL DE LOS COJONES). Realmente, ¿nuestros poderes públicos están velando por hacer ciudadanos mejores, más dignos y con una personalidad saludable? No solo no se da esta situación sino que la desproporción es vergonzosa y, volviendo al principio, claro que existen límites a la libertad de expresión aunque desgraciadamente en nuestros sueños. Los medios de comunicación masivos (no debemos incluir internet en estos) son vectores de graves virus y causante de una terrible alienación general, como tan bien nos lo explica el Doctor. Cada día nos cruzamos con personas que parecen tener clarísimo todo y de estar informadísimos pero ignoran que varios países han intervenido militarmente el reparto de comida. Claro, cuando algunos de los pobres infelices residentes en estos países decide cruzar medio mundo y llegar a nuestras costas ya tenemos a un montón de responsables periodistas para culpabilizarlos a ellos o al Presidente del Gobierno que, para que una vez más quede claro, nos parece el menos malo dentro de toda esta podredumbre moral. Aquí está la clave, no se trata de problemas políticos o sociales, son puros dilemas morales y por tanto la soluciones deben venir desde ahí. Pero claro, ya tenemos a Bono de U2 para hacernos sentir tranquilos o a George Clooney recordándonos que hay que hacer algo por Sudán. Dos multimillonarios con grandes palacios se hacen autopromoción a costa de la vida de millones de niños y todo para tranquilizar sus conciencias. Vergüenza y tristeza. Nosotros como babilónicos que somos pensamos que no existe un rico que no sea despreciable y más si es dueño de un medio de comunicación. No es cuestión de censurar los medios, es cuestión de proteger la vida de los que nos van a sustituir en el futuro por que nosotros ya estamos demasiados jodidos, cosa que el Doctor nos ha venido, y nos viene siempre, a confirmar. Por tanto, no es el derecho a informar lo que se debe invocar porque no es cierto que se nos informe, debemos invocar el derecho a crear conciencias sanas y libres, seres humanos empáticos, tolerantes, sensibles, no sexistas, compasivos, seguros de si mismos en un entorno constructivo e higíenico, especialmente en lo mental y si alguien piensa que la televisión actual prentende esto que venga aquí y nos lo diga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BIen, bien. El progresismo no es solamente estar al loro en cualquier novedad, tiene un componente ético obligado: conservar lo que ha de ser conservado, es una paradoja que tenga que ser desde possiciones de progreso desde donde se llame la atención sobre lo que estamos perdiendo

Anónimo dijo...

Si, eso es así:derecho a formar seres libres, solidarios, no sexistas y compasivos. Otra cosa es utilizar un poderoso instrumento para la manipulación y la colonización cultural.