miércoles, 4 de junio de 2008

Campaña Atutiplén contra el tabaco (II)

LA NICOTINA: ES UNA SUSTANCIA ADICTIVA.

La nicotina es una droga con características especiales: enorme poder adictivo, es la más consumida después del café y es de accesibilidad ilimitada. Esto explica porqué muchos fumadores que quieren dejar de fumar fracasan una y otra vez.
La fuerza de la dependencia de la nicotina producida por el consumo de cigarrillos se debe a los múltiples efectos de reforzamiento positivo (ej., mejorar la concentración, el estado de ánimo, disminuye la ira y el peso), a que la nicotina tarda menos de 10 segundos en llegar al cerebro, produciéndose un efecto de la sustancia casi instantáneo a su ingestión y a que el fumador puede modular, por la forma en que fuma, la dosis de nicotina que necesita. Todo ello se refuerza por múltiples señales que condicionan la conducta de fumar, que se fueron asociando a la misma como reflejos condicionados.

El síndrome de abstinencia de la nicotina es característico: los síntomas del síndrome de abstinencia comienzan al cabo de unas pocas horas (2-12 horas), alcanzan su punto álgido a las 24-48 horas de dejar de fumar, duran un promedio de cuatro semanas, aunque la sensación de necesidad de nicotina (craving) pueden durar 6 meses o más.

El poder de la nicotina como droga adictiva, es la principal responsable del mantenimiento del hábito, pero las circunstancias diarias que rodean la conducta de fumar (tomar café, charlar, sobremesas, olor y sabor del tabaco, manejar un cigarrillo entre los dedos o los labios, etc.) pueden comportarse como facilitadoras de la perpetuación del acto o incluso pueden evocar alguno de los efectos placenteros que la nicotina tiene sobre el organismo., lo cual contribuye a reforzar los reflejos condicionados del fumar.

TRATAMIENTO

El tratamiento del tabaquismo es eficaz, son varias las posibles intervenciones eficaces para el manejo de la adicción a la nicotina, si bien hay que graduar su aplicación en función de las características personales y clínicas del paciente, porque las indicaciones y efectos secundarios (de lo farmacólogico) deben ser supervisados, pero sobre todo el control total del proceso y la prevención de las recaídas.

Como en otras sustancias adictivas lo primero es firmar un Contrato de contingencia, CONTRATO CONDUCTUAL, que incluya compromisos, recompensas por cumplimiento, bonificaciones adicionales, fírmelo y manténgalo en lugar visible.

El primer abordaje a intentar es facilitar el proceso de que los fumadores dejen de fumar por sí mismos. La gran mayoría de las personas que se lo proponen consiguen dejar de fumar por sí mismos, por cuanto son personas que habiendo adquirido una dependencia, se consideran capaces de cambiar sus hábitos nocivos, por ello facilitar la difusión masiva de materiales de autoayuda u otros procedimientos (teléfonos, programas comunitarios, programas interactivos en internet…) es positivo. Nuestro ofrecimiento para la ayuda que puedan necesitar está abierto en este blog, los que quieran abordar solos el problema tienen una excelente guía en el Ministerio de Sanidad.


http://www.msc.es/ciudadanos/proteccionSalud/tabaco/guiaTabaco.htm

Las intervenciones que se barajan en este campo, todas ellas eficaces, incluyen tanto intervenciones psicoterápicas mínimas o intensivas, individuales o en grupo, con entrenamiento en relajación, técnicas aversivas de la nicotina (fumar rápido, saciación, retener el humo prolongadamente…), cuanto reducción gradual de nicotina y alquitrán o intervenciones farmacológicas con nicotina (chicles, parches, comprimidos para chupar, inhaladores o sprays nasales) así como medicamentos como Bupropión, Nortriptilina, o Clonidina, en manos de profesionales médicos.

En la terapéutica es preciso tener en cuenta la prevención de recaídas, para ello puede ayudar el profesional que haya dirigido el abandono, que tendrá que visitarle al menos una vez cada dos meses, pero si el terapeutas es Ud., por su cuenta, lo que ha de hacer es identificar las situaciones de riesgo de volverá a empezar y tener previstas alternativas a hacerlo. Para ello tendrá que cambiar sus hábitos para eliminar sus estímulos condicionantes: tome una ruta distinta al trabajo, desayúnese en un lugar diferente, o sencillamente levántese de la mesa inmediatamente después de comer.

Entre las situaciones comúnmente asociadas con el fumar que se deben evitar o sustituir por otras que no desencadenen los reflejos condicionados están el consumo de café y bebidas alcohólicas, la tertulia de después de comer, la oferta de tabaco o ver a otros fumar, el despertarse (que supone vivir la abstinencia nocturna) o el irse a dormir y las situaciones de tensión.

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